¿Quién no ha oído hablar alguna vez de las infusiones? Nuestras madres y abuelas desde pequeños nos educaron hablando de infusiones e infusiones tanto para su uso en higiene y cosmética como para su uso en alimentación y bebidas.
Qué decir de la conocida manzanilla utilizada como bebida agradable y calmante pero también como líquido para limpiar y hacer compresas relajantes para la piel y los ojos. Hemos adquirido el conocimiento de que una infusión es algo caliente que se hace colocando un soluto fresco o seco en un disolvente previamente calentado. Un ejemplo es la bebida de té caliente.
Pero una infusión también se denomina quizás erróneamente algo frío, por lo que hablaremos de infusiones frías e infusiones calientes, lo cierto es que una infusión es una extracción de principios aromáticos y activos que se realiza en un periodo de tiempo relativamente corto en comparación con una maceración que se realiza en frío y requiere un tiempo bastante largo.
Las infusiones pueden hacerse con aceite (Oleolitas), con alcohol etílico (Alcoholes), en agua por destilación (Hidrolatos), en solución hidroalcohólica(Tinturas). Se pueden utilizar tanto ingredientes aromatizantes frescos como secos, cada uno de los cuales produce un aroma diferente en el proceso de infusión.
Los ingredientes frescos producen notas aromáticas intensas, mientras que los secos, como el café o el té, producen perfiles aromáticos más ricos y sutiles; a veces se utilizan tanto productos frescos como secos para crear un equilibrio aromático.
En cuanto al factor tiempo, las infusiones pueden ser inmediatas, cortas o largas. Una infusión inmediata es la menta infusionada en ron para hacer un Mojito o infusionada en whisky para un Bourbon Mint Julep, una infusión corta requiere al menos 24 horas de extracción para que se desarrollen los sabores y, por último, una infusión larga puede durar 2 días o hasta tres semanas para que los ingredientes se infusionen completamente en el líquido base.
Lo mejor es combinar el agua con ingredientes aromatizantes frescos, como frutas, hierbas, verduras u hojas de plantas (té). Se puede infusionar tanto en frío como en caliente. Las infusiones en agua suelen tener una vida útil más corta que las infusiones en aceite y alcohol. Porque el agua no actúa como conservante como otros disolventes. Por eso, las aguas infusionadas deben conservarse en el frigorífico a una temperatura de entre 4 y 8 grados C. o disfrutarse inmediatamente. También puede preparar seltz o refrescos aromatizados con estas infusiones.
Ingredientes:
En un tarro de cristal de 250 ml con tapón de rosca
4 rodajas de ½ centímetro de pepino fresco
3 gajos de lima o limón
10 hojas de menta fresca
200 ml de agua natural (no del grifo)
Preparación:
– Machacar suavemente con un machacador para liberar los sabores.
– Cerrar la jarra con el tapón de rosca.
– Agitar bien durante unos 30 segundos.
– Colar a través de una bolsa hecha de gasa de algodón.
– La infusión está lista para ser utilizada para calmar la sed en verano o como diluyente para sus cócteles.
También es excelente como bebida de bienvenida. Se conserva en el frigorífico durante 2 días.
Ingredientes:
Un tarro de cristal de 250 ml (8 oz) con tapón de rosca.
4 rodajas de ½ cm de jengibre fresco.
20 ml de zumo de limón o yuzu.
30 ml de sirope de ágave.
1/8 de cucharadita de cúrcuma o 1 cm de raíz de cúrcuma fresca.
Una pizca de pimienta de cayena en polvo.
200 ml de agua natural (no del grifo).
Preparación:
– Introducir el jengibre en la jarra y machacar con un machacador suavemente para que suelte su jugo.
– A continuación, introducir el resto de ingredientes.
– Cerrar el tarro con el tapón de rosca.
– Agitar bien durante unos 30 segundos.
– Colar a través de una bolsa hecha de gasa de algodón.
La infusión está lista para ser utilizada para calmar la sed en verano o como diluyente para sus cócteles.
También es excelente como bebida de bienvenida. Se conserva en el frigorífico durante 2 días.
Los alcoholes son eficaces y deliciosos para extraer los principios aromáticos. El alcohol acelera la extracción de los aromas de los ingredientes utilizados, lo que se traduce en un tiempo de infusión corto, generalmente de 2 días y hasta tres semanas. Las infusiones alcohólicas pueden utilizarse para la preparación de aguardientes o licores aromatizados. Al igual que ocurre con los aceites, el alcohol actúa como agente conservante, por lo que este tipo de infusiones no se conservan cuando superan el 25% ABV.
Ingredientes:
En un recipiente de 500 ml con tapón hermético vierta
150 ml de vodka 40%ABV
150 ml de jarabe de azúcar 1:1
1 limoncello cortado en rodajas finas de ½ centímetro
Preparación:
– Introducir los ingredientes en el recipiente y cerrarlo herméticamente.
– Agitar bien durante unos 30 segundos.
– A continuación, mantener a temperatura ambiente durante un máximo de 24 horas.
– Filtrar a través de una bolsa hecha de gasa de algodón.
La infusión alcohólica está lista para ser utilizada en sus cócteles.
Si queremos dar una fecha de caducidad, yo diría que 1 año.
Debido a la alta viscosidad del aceite, este proceso de infusión suele requerir un poco más de esfuerzo. En primer lugar, hay que picar los ingredientes de los que se extraerán los aromas, luego dejarlos en infusión en un recipiente hermético y agitarlos a diario para favorecer la extracción aromática. El aceite actúa como conservante porque es graso. Se pueden utilizar varios tipos de aceite, desde los más intensos como el aceite de oliva virgen extra o los más neutros como el aceite de linaza de girasol, etc.. Los oleolitos tienen una larga vida útil, podemos conservarlos durante años si están bien cerrados y guardados en un lugar fresco.
Ingredientes:
En un tarro de cristal de 250 ml con tapón de rosca
20 hojas de albahaca fresca
6 cucharadas soperas de aceite (elija su favorito)
6 cucharadas de aceite de canola (aceite obtenido de una variedad de colza)
Preparación:
– Machacar con un machacador suavemente para liberar los aromas.
– Cerrar el tarro con el tapón de rosca.
– Agitar bien durante unos 30 segundos.
– Colar a través de una bolsa hecha de gasa de algodón.
El aceite ya está listo para su uso en alimentos y bebidas.
El mismo proceso puede utilizarse para elaborar otros aceites con hierbas.
Ingredientes:
En un tarro de cristal de 250 ml (8 oz) con tapón de rosca:
Las cáscaras de 5 mandarinas (quitar el albedo con la punta de un cuchillo)
6 cucharadas de aceite (elija su favorito)
6 cucharadas de aceite de canola (aceite de una variedad de colza)
Preparación:
– Machacar con un machacador suavemente para liberar los sabores.
– Cerrar el tarro con el tapón de rosca.
– Agitar bien durante unos 30 segundos (repetir esta operación todos los días durante tres días).
– Transcurridos los tres días, cuélelo con una bolsa de gasa de algodón.
El aceite ya está listo para su uso en alimentos y bebidas.
El mismo proceso se puede utilizar para hacer otros aceites con cáscaras de cítricos como naranja, bergamota, lima pomelo, etc. La cantidad queda a su discreción.
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